Ayodhya se encuentra en un plano más elevado que el mismo Vaikuntha.
Narada Muni fue explicando las glorias de Ayodhya a Gopakumar, también reveló el secreto para poder alcanzar Vrindavan por la gracia de Ramachandra, así es como se menciona en el Brihat Bhagavatamrita: "...Si después de acercarte a los pies de loto de Sri Ramachandra descubres que no se satisface tu anhelo por el darshan de tu amado Sri Krishna, el propio Sri Ramachandra, cuyo corazón es tan blando como la mantequilla, te guiará felizmente hacia Dwarka".
En este planeta Gopakumar se encontró con los monos devotos del Señor Ramachandra y con seres aún más bellos que los que había visto en Vaikuntha (los devotos y parsadas de Vaikuntha poseen Sarupya, o sea cuatro brazos, y por eso no se ven tan naturales como los seres humanos de dos manos que son los devotos personales de Sri Ramachandra). Los devotos que son ayudantes personales de Sri Ramachandra están llenos de humildad. Tan grandes son, que antes de que Gopakumar pueda rendirles los debidos respetos, le asieron y condujeron a la entrada principal de la recámara del Señor. Gopakumar vivió allí por mucho tiempo y tuvo la gran oportunidad de disfrutar de los pasatiempos de Sri Ramachandra como el rey de reyes, además pudo observar detenidamente su integridad y su práctica estricta de los ritos religiosos, en su papel como el emperador ideal. Aún así en Ayodhya, se sentía privado de la visión de los fascinantes pasatiempos de Sri Krishna, tocando con sus labios en la flauta y sus dulces actividades amorosas.
Gopakumar no podía vivir la experiencia de los efusivos abrazos, contra su pecho ni de los besos de los labios bienaventurados de Krishna en las mejillas de Gopakumar, como resultado, él sentía un profundo sentimiento de separación de Sri Krishna y pasaba los días sumergido en una gran melancolía, su consuelo era escuchar las glorias de Ramachandra que le eran narradas por el mismo Sri Hanuman.
Un día al ver la angustia en el corazón de Gopakumar, Sri Ramachandra, quien es el Dios omnisciente y de corazón sumamente bondadoso, se dirigió hacia Gopakumar y le habló cariñosamente: "Oh Gopakumar será mejor que te dirijas a Dwarka, ve con felicidad en tu corazón al encuentro de Sri Krishna", y de inmediato instruyó a uno de sus devotos para que lo llevase a Dwarka.
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